Trump
en la Casa Blanca: ¡Cuando se abre la más espantosa de las cajas de Pandora!
Por Yorgos Mitralias
Traducción de
Fátima Martín![]()
Un mes después de su llegada a la Casa Blanca, un primer balance de la
presidencia de Trump es no sólo posible sino también extremadamente
útil, al estar llena de buenas lecciones. Para empezar, a pesar de los
que se apresuraron en pronosticar los vanos deseos de las cancillerías y
los medios internacionales que querían que se “adaptara a las
realidades” y se tuviera “más amplitud de miras”, Trump hace lo que
dice, es decir, lo que ha prometido hacer (sin que eso signifique que
tenga éxito en todo lo que hace). E incluso en un tiempo récord…
Esta primera constatación tiene ya cuatro importantes consecuencias:
Primero, Trump en acción parece bastante más peligroso de lo que hacían
presagiar sus “hazañas” preelectorales. El hecho mismo de que avance
metódicamente y según un plan preestablecido, siguiendo fielmente los
consejos de su mentor y, según dicen, “virtual presidente de EEUU”
Stephen Bannon, le vuelve aún más peligroso, ya que comenzamos a ver
cuán aterradores son ciertos aspectos de sus proyectos que permanecían
oscuros y secretos hasta ayer. Más concretamente, numerosas
“coincidencias” nos llevan a pensar sin género de duda que Trump sigue
al pie de la letra el ejemplo de ilustres maestros como Mussolini y
sobre todo Hitler tras llegar al poder. Pero atención: Como hemos
escrito en un anterior artículo (1), no basta con quererlo para ser
fascista, máxime cuando en nuestro caso no se trata de un individuo sino
de un régimen en formación. Mientras Trump y sus amigos sigan sin
disponer de un movimiento de masas organizado que les de la posibilidad
de materializar su promesa de aplastar a sus adversarios (minorías
étnicas, “raciales” y otras, pero sobre todo el movimiento obrero y sus
organizaciones) seguirán siendo una mala copia inacabada de los
movimientos y regímenes fascistas del siglo pasado…
La segunda consecuencia es que Trump no decepciona a la gran mayoría de
sus electores que, según todos los sondeos, se declaran satisfechos, si
no entusiasmados, del hecho de que él “no traicione sus promesas”.
Estamos aquí ante una importante revelación que habrá que tener en
cuenta muy seriamente dada la profunda polarización de la sociedad
estadounidense y en vista de los duros enfrentamientos políticos y
sociales que se perfilan ya en el horizonte.
La tercera consecuencia es que asistimos a una aceleración de los
acontecimientos tanto por parte de los amigos como de los enemigos de
Trump. Habiendo elegido actuar con la máxima rapidez y avanzar como un
bulldozer, adoptando iniciativas y medidas a ráfagas contra un
adversario aún inexperto y un partido Demócrata muy sonado y
estupefacto, Trump intenta ganar la carrera de velocidad en la que están
-de hecho- inmersos tanto sus amigos como sus enemigos. Pero al mismo
tiempo su táctica fuerza a todo el mundo a posicionarse, lo que polariza
aún más a una sociedad americana ya muy polarizada mientras que obliga
al gran movimiento popular (que había tenido el tiempo de formarse
principalmente alrededor de la candidatura de Bernie Sanders) a
defenderse clarificando sus ideas y sus perspectivas sobre todo en la
acción… (2)
La cuarta consecuencia es que “el amateurismo” y “la organización
caótica” de su estado mayor, constatados por todo el mundo, caracterizan
casi inevitablemente todas sus acciones. Se trata de la otra cara de su
elección bien consciente y decidida de antemano de pillar por sorpresa a
su adversario adoptando en tiempo récord el máximo de hechos consumados.
Pero dado que Trump está de momento desprovisto no sólo de una base de
masas organizada dotada de cuadros experimentados sino también de
importantes apoyos en el Estado profundo norteamericano, su
“precipitación” se traduce ya en diversas burdas meteduras de pata y
otras “torpezas” cotidianas que ya ha pagado caras y ponen en peligro el
conjunto de su empresa.
La consecuencia principal de todo esto es que ¡la crisis que hace
temblar actualmente EEUU ya ha sobrepasado en gravedad todo precedente
histórico al menos desde la guerra civil de hace más de 150 años! Por
cierto, es sintomático de la situación totalmente inédita y
extremadamente peligrosa creada en un solo mes (!), que ¡esta crisis
alcanza unas cotas que parecerían escenarios de una ciencia ficción más
que enloquecida hace tan sólo 4 ó 5 semanas! Por ejemplo, el hecho de
que el nuevo presidente del país esté inmerso en una lucha a muerte
contra los servicios secretos y otros de su propio país que, no lo
olvidemos, es la primera superpotencia mundial, bastaría para
persuadirnos no sólo de que estamos ante una crisis de dimensiones
históricas y mundiales, sino también de que esta crisis es incontrolada
y peligrosa como nunca antes…
Dado que tanto las constataciones como los precedentes no sorprenden ya
y comienzan incluso a ser considerados casi como banalidades, se
esperaría que la izquierda europea hiciera lo que es evidente: No sólo
tener en cuenta en sus análisis lo que pasa en EEUU, sino más bien…
¡comenzar y terminar sus planes de acción con la situación creada al
otro lado del Atlántico! Sin embargo, basta una simple ojeada a las
diversas actividades recientes de la izquierda europea (congresos,
elaboraciones, movilizaciones, debates, encuentros…) para llegar a la
conclusión de que pasa olímpicamente. Ni una palabra sobre la profunda
crisis que hace temblar a la superpotencia mundial, y evidentemente
ninguna evaluación de las nuevas realidades y por consiguiente silencio
absoluto sobre las prioridades y las tareas inmediatas que se imponen a
una izquierda que resiste y no evita el combate. Y en lugar de todo eso…
¡’business as usual’! Como si no pasara nada al otro lado del Atlántico
que pueda influir sobre nuestras vidas. Como si no existiera ya en el
interior de EEUU el enorme movimiento llamado, en interés de todos
nosotros, a ponerle el cascabel al gato. ¡Y sobre todo, aunque sólo
fuera por eso, le estamos en deuda y debemos hacer lo que sea por
apoyarlo! Nada, cero y solamente la indiferencia, el fatalismo y una
pasividad escandalosa que recuerda a la mostrada por la izquierda de
entreguerras frente al fascismo y el nazismo triunfantes…
Y sin embargo, los días y las horas son más críticas que nunca y exigen
una izquierda que piense y actúe en las antípodas de la rutina cotidiana
y de este ‘business as usual’ mortífero. Porque ahora no se trata de
algunas reivindicaciones justas, por muy importantes que sean, sino de
la vida misma y de lo que queda de nuestra civilización. ¡Porque lo que
está en juego no es el presente y el porvenir de una sola generación,
sino la existencia del planeta y de sus habitantes!…
28 de
diciembre de 2016
_____________________
Notas:
1.
http://www.cadtm.org/Trump-es-o-no-fascista-Y-es
2. Para una información continua, detallada y de primera mano sobre lo
que pasa en las alturas, pero también en la base de la sociedad
norteamericana, aconsejamos el Facebook de la Iniciativa Greeks for
Bernie Sanders’ Mass Movement : https://www.facebook.com/Europeans-…