Las
armas nucleares deben ser erradicadas por el bien de todos
Ninguna nación debería poseer armas nucleares: ni Irán, ni Corea del
Norte, ni quienes les critican desde una supuesta posición de
superioridad moral.
Por Desmond Tutu*
Traducción de Enrique Prudencio para
Zonaizquierda.org
No debemos aceptar que un selecto grupo de naciones pueden garantizar la
seguridad de todos por tener la capacidad de destruirlo todo.
No podemos intimidar a otros para que se comporten bien cuando nosotros
mismos tenemos un mal comportamiento. Sin embargo, eso es precisamente
lo que las naciones dotadas de armamento nuclear, esperan que haga Corea
del Norte respecto a sus pruebas nucleares, mientras hacen sonar las
campanas de alarma sobre la pretensión de Irán de obtener uranio
enriquecido . Según su lógica, unas pocas naciones selectas pueden
garantizar la seguridad de todos por tener la capacidad de destruirlo
todo.
Hasta que no superemos esta doble vara de medir - hasta que no aceptemos
que las armas nucleares son abominables y un grave peligro cualesquiera
que sean las manos en que se encuentren , que amenazar a una ciudad con
incinerarla con radioactividad, resulta intolerable no importa la
nacionalidad ni el origen religioso de sus habitantes – no es probable
que hagamos progresos significativos para detener la proliferación de
estos monstruosos dispositivos, a no ser que desaparezcan por sí mismos
de los arsenales nacionales.
Porqué, por ejemplo, debería prestar atención un estado proliferante a
las exhortaciones de Estados Unidos y Rusia, que mantienen miles de sus
cabezas nucleares en máxima alerta? ¿Cómo podría Gran Bretaña, Francia y
China esperar que se realice una audiencia sobre no proliferación
nuclear mientras ellos están malgastando miles de millones en modernizar
sus fuerzas nucleares? ¿En qué posición se encuentra Israel para instar
a Irán a que no adquiera la bomba cuando el estado de Israel alberga su
propio arsenal?
Las bombas nucleares no discriminan; ni debieran hacerlo nuestros
líderes. Las potencias nucleares deben de aplicar el mismo rasero para
ellos que para los demás: cero bombas nucleares. Mientras que la
comunidad internacional ha impuesto prohibiciones absolutas de otras
armas de efectos horrendos – desde agentes químicos y biológicos a minas
terrestres y munición de racimo - todavía no ha hecho nada respecto de
las peores armas de todas con mucha diferencia. Las armas nucleares se
ven todavía como legítimas en manos de algunos. Esto debe cambiar.
Alrededor de 130 gobiernos, varias agencias de la ONU, la Cruz Roja y la
Campaña Internacional por la Abolición de las Armas Nucleares, se han
reunido en Oslo a primeros de mes para examinar las catastróficas
consecuencias de las armas nucleares y la incapacidad de las agencias
para dar una respuesta efectiva en caso de ataque nuclear. Hasta ahora,
los debates sobre armas nucleares han estado divorciados de tales
realidades, enfocándose el problema sobre geopolítica y estrechos
conceptos de seguridad nacional.
Con la suficiente presión popular, yo creo que los gobiernos darán un
paso más allá de la hipocresía que ha obstaculizado las discusiones
sobre desarme multilateral durante décadas y estarán inspirados y
persuadidos para embarcarse en unas negociaciones con el fin de
conseguir un tratado de prohibición y erradicación de estas últimas
armas del terror. Conseguir tal prohibición requeriría una revolución en
nuestra forma de pensar, pero esto no es imposible. Sistemas arraigados
pueden cambiar en la cabeza casi de la noche a la mañana cuando existe
voluntad.
No olvidemos que fue solo hace unos años cuando aquellos que hablaban de
la energía verde y el cambio climático eran considerados “peculiares”.
Ahora está ampliamente aceptado que estamos al borde de un desastre
medioambiental. Hubo un tiempo en que la gente compraba y vendía a otros
seres humanos como si fuesen meros muebles u objetos. Pero finalmente
llegó a tomar conciencia. Así que este será el caso con las armas
nucleares, antes o después.
De hecho, 184 naciones han llegado ya a un compromiso legal de no
obtener nunca armas nucleares y tres de cada cuatro apoyan la
prohibición universal. A principio de 1990, con el colapso del
apartheid, Sudáfrica desmanteló voluntariamente su arsenal nuclear,
convirtiéndose en la primera nación que lo hacía. Esto fue una parte
esencial de su transición de estado paria a ser aceptado como miembro de
la familia de naciones. Por la misma época, Kazagistán, Bielorrusia y
Ucrania también renunciaron a sus arsenales de la era soviética.
Pero hoy día, nueve naciones todavía consideran que es su prerrogativa
poseer estas horribles bombas, cada una con capacidad para reducir a la
nada a miles de civiles inocentes, incluidos niños, en un flash. Parecen
pensar que las armas nucleares les dan prestigio en el contexto
internacional. Pero nada más lejos de la verdad. Cualquier estado con
armamento nuclear, grande o pequeño, tenga las barras y estrellas que
tenga, debería ser condenado en los términos más severos por la posesión
de estas armas indiscriminadas, inmorales.
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Para The Guardian, ZSpace page.
Fuente:
http://www.zcommunications.org/nuclear-weapons-must-be-eradicated-for-all-our-sakes-by-desmond-tutu
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