Stephane Hessel: su último debate con Daniel Cohn-Bendit*

 

Publicado en Le Nouvel Observateur**
21 de fberero de 2013


En su ensayo ¿Suprimir los partidos políticos?, Cohn-Bendit cuestiona la utilidad de los partidos políticos. Y usted, Stéphane Hessel, ha mostrado que los movimientos de “Indignados” se oponen a las formas tradicionales. Para hacer política ¿hay que prescindir de los partidos?

Stéphane Hessel.- La cuestión es saber en qué fuerzas tenemos que apoyarnos para salir de esta falta de apetito político que sufren nuestras sociedades contemporáneas. No hay nada más triste que oír repetir a la gente: “Ya no creo en la política”. Sin política no puede haber progreso de la humanidad.

Daniel Cohn-Bendit.- El problema que yo planteo a partir de mi experiencia en Europe Ecologie es saber si la intervención más eficaz en la vida pública radica en un partido. La respuesta es no. Un partido es un sistema encerrado en sí mismo, hermético a lo que pasa en la sociedad. Cuando vemos el duelo Copé-Fillon en la UMP, o el choque de titanes Aubry-Royal en el PS, realmente, hay que estar totalmente fuera de juego para ofrecer tal espectáculo. En su búsqueda de un papa o una papisa, los partidos terminan por olvidar su razón de ser.

Daniel Cohn-Bendit escribe que un partido es un “blindaje”, un armazón en el que no hay debates. ¿Es que un partido, en el fondo, prohíbe la indignación?


SH.- La indignación que propugno en mi libro no puede limitarse a apoyar a un partido político. Hay que explorar otros campos. Los partidos se preocupan demasiado de lo que ocurre en su propio país, en un marco estrechamente nacional. Sin ninguna visión del mundo.

DC-B.- Yo no diría que los partidos impiden la indignación sino que la instrumentalizan. Un partido es pocas veces interpelado sobre lo ocurre en la sociedad. Observemos las campañas presidenciales en Francia: los candidatos actúan como si Europa y el mundo no existieran. Deberían tener el valor de decir a los electores que Francia se ha convertido en un pequeño país. A escala mundial representa en Europa lo mismo que Luxemburgo. Sin embargo, un país pequeño puede hacer grandes cosas.

SH.- Los verdaderos debates se plantean actualmente fuera de los partidos. Es lo que hemos hecho en colaboración con el economista Pierre Larrouturou a través del colectivo llamado Roosevelt 2012. Esta iniciativa plantea que en el funcionamiento de la economía mundial es donde está el escollo de todo progreso. Lo que Dany y yo reprochamos a los partidos tradicionales, es su encerramiento en una larga historia, en sus pasados respectivos. No miran hacia el futuro. Hoy, pensar en el mañana es tener en cuenta en primer lugar ¡la ecología! Un partido no es una estructura suficiente para encarar este reto que procede del bien común.

DC-B.- El problema que se les plantea a nuestras democracias es que tienen que actuar teniendo en cuenta a las generaciones futuras. ¿Cómo movilizar a los ciudadanos por reivindicaciones de largo plazo cuando reclaman conquistas inmediatas? La ecología es una dimensión de reflexión colectiva que cuestiona las tradiciones tanto de la izquierda como de la derecha. Más allá de las divisiones partidistas que movilizan a personalidades tan distintas como Chantal Jouanno, Michel Rocard, Pierre Larrouturou.

Pero la acción política no es una simple yuxtaposición de personalidades, es, sobre todo, una organización colectiva.


SH.- Por ello debemos crear nuevas formas colectivas. Tenemos una organización mundial, la ONU, cuyas debilidades y cobardías se deben al hecho de que se apoyan en los gobiernos. Cuando se pretende que trabajen juntos 192 países –de los que dos tercios no son democráticos– se choca con dificultades insuperables. Un secretario general, Kofi Annan, tuvo la inteligencia de definir lo que se ha llamado los ocho Objetivos del Milenio para el Desarrollo (lucha contra la extrema pobreza, acceso a la educación, igualdad de género, etc.). En torno a estos objetivos es donde deben trabajar los ciudadanos del mundo. Existe una formidable capacidad de interpelación que procede de las ONGs, precisamente porque no dependen de lo gobiernos nacionales. ¡Esta es nuestra esperanza !

Daniel Cohn-Bendit, en el Parlamento Europeo, ¿no ha sido usted una especie de ONG totalmente sola en su interpelación a los gobiernos ?


D.C-B.- : En cualquier caso, las ONG permiten sobrepasar los reflejos partidistas. Por ejemplo, Guy Verhofstadt, presidente del grupo de Demócratas y Liberales en el Parlamento Europeo con quien he firmado hace unos meses ¡En pie, Europa ! es hijo de la Thatcher. Nuestras diferencias políticas son profundas, pero no nos impiden debatir y defender una causar común : Europa. Sobre Europa, igual que sobre ecología, no podremos progresar movilizando a una parte de la sociedad contra la otra. Hay que construir puentes.

En su libro, Daniel Cohn-Bendit se reivindica como un «reformismo subversivo». ¿Existe esto?


SH.- : Ahí es donde encuentra su sitio la noción de indignación. Si se comienza por indignarse contra el funcionamiento de la sociedad, inmediatamente nos cuestionamos más cosas. El mensaje del reformismo subversivo es : «Indignaos, pero haced algo !»

D C-B.- El reformismo subversivo es indispensable para salvar Europa. Los gobiernos acaban de suscribir un pésimo acuerdo sobre el presupuesto. En el Parlamento Europeo, los diputados pueden cometer un acto subversivo rechazándalo para volver a situar en el centro del debate la cuestión de la democracia europea. Sufrirán un presión enorme con eso de : «Están ustedes poniendo en peligro a Europa». Tienen que rechazar este síndrome de TINA (There is not alternative, No hay alternativa). Siempre hay una alternativa, si no, ya no hay democracia.

¿Y François Hollande, al que usted apoyó, es reformista? ¿Es subversivo? ¿O ni una cosa ni la otra?


SH.- : Es prudente, demasiado prudente. No será realmente eficaz si no integra el reformismo subversivo, es decir, la necesidad de renunciar a las timideces. Es lo que nos enseña el magnífico libro de René Passet Las grandes representaciones del mundo y la economía a lo largo de la historia
. En él, Passet carga con fuerza contra la figura de Milton Friedman. El peligro es la forma en que Friedman ha convertido las matemáticas en un elemento irreversible del funcionamiento de la economía y ha permitido creer, no solo a Margaret Thatcher, sino también un poco a François Hollande, que no hay otro modo de actuar.

DC-B.- : Hollande piensa : tengo que avanzar, pero tengo que dar garantías a los que no comprenden. Y trata de apaciguar, como lo ha hecho durante el debate sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo o buscando un compromiso con el Medef para reformar el mercado laboral. Y, además, hay un ámbito en el que es incapaz de buscar un compromiso : el de la ecología. François Hollande sufre un bloqueo cultural. Con respecto a la ecología ha sido engullido por la cultura de la izquierda tradicional.

¿Cuando un trabajador sin empleo ni derechos se inmola ante una oficina de Pôle Emploi en Nantes, no ratifica con su acto la muerte de la política, impotente frente a la crisis?


SH.- : Vivimos en una sociedad cruel, lo sabemos. La lección que debemos sacar de esta tragedia es que no podemos permitir que continúe un sistema económico y financiero que no responde a las necesidades más elementales. Y este suceso nos dice también que hay que actuar cuanto antes sobre los Paraísos fiscales, el control de los bancos o la lucha contra la especulación. Roosevelt 2012 se ha movido en pocos meses frente a la crisis. Démonos hasta septiembre para tomar decisiones subversivas y valientes.

DC-B- : En su discurso sobre el estado de la Unión, Obama explicó que las veinte víctimas de la matanza de Newton tienen derecho a que se celebre una votación sobre el control de las armas. El hombre que se inmoló a lo bonzo en Pôle Emploi tiene derecho a que tenga lugar una votación sobre la ampliación de la protección social. Los jóvenes europeos en paro tienen derecho a que se vote en el Parlamento Europeo la creación de una prestación de desempleo juvenil. De la misma manera que los 70.000 muertos en Siria tienen derecho a un votación en la ONU.

SH.- : Y añado que es casi imposible tomar decisiones valientes y subversivas sólo en Europa. Por ello es tan valiosa la presencia de Dany en el Parlamento Europeo.

Pero él insiste en que no será candidato a un nuevo mandato en 2014…

SH.- : Lo único que no le perdonaría es que se desinterese por la política.

DC-B : Hay otras formas de intervenir además de presentarse a una elección. Seguirá movilizando, interpelando, debatiendo. Mi modelo es Stéphane Hessel.

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* DANIEL COHN-BENDIT, cofundador de Europe Ecologie en 2009, es diputado europeo desde 1994 y ha publicado recientemente "Debout l'Europe !" con Guy Verhofstadt (André Versaille Editor). Acaba de publicar "Pour supprimer les partis politiques ! ? Réflexions d'un apatride sans parti" (Indigène Editions).
STEPHANE HESSEL, veterano resistente, deportado, ex embajador de Francia, es autor del best-seller mundial « Indignez-vous », de « Engagez-vous », de « Chemin de l’espérance » (Camino de Esperanza) con Edgar Morin y su última obra publicada es "A nous de jouer ! Appel aux indignés de cette terre" por Editions Autrement.

 

**Respuestas recogidas por Maël Thierry y Renaud Dély
 

Fuente: http://tempsreel.nouvelobs.com/stephane-hessel/20130227.OBS0157/stephane-hessel-son-dernier-debat-avec-daniel-cohn-bendit.html


 

 

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