Amanecer Dorado. El partido neonazi griego se globaliza con ambiciones
políticas
Por: Helena Smith desde Atenas, The Guardian
Traducción de Enrique Prudencio para
Zonaizquierda.org
Animado por su éxito meteórico a nivel nacional, el partido de extrema
derecha tiene previsto expandirse por dondequiera que haya griegos.
Envalentonado por su meteórico ascenso en Grecia, el partido de extrema
derecha Amanecer Dorado extiende sus tentáculos por el extranjero, entre
el temor de que esté llevando a cabo su compromiso de “crear células en
cada esquina del mundo”. El grupo extremista, que forjó lazos con el
partido neonazi británico cuando fue fundado en 1980, ha comenzando
abriendo oficinas en Alemania, Australia, Canadá y Estados Unidos.
Su expansión a nivel internacional se produce tras varias elecciones que
han mostrado el afianzamiento de su posición como tercer partido de
Grecia y como la fuerza política que ha experimentado el crecimiento más
rápido. Catapultado en primer lugar al parlamento con 18 miembros el año
pasado, los ultranacionalista consiguieron el 11,50% de intención de
voto en una reciente encuesta realizada por la demoscópica Public Issue.
El grupo, cuyo emblema se asemeja a la swástica nazi y cuyos miembros
son propensos a saludar al estilo Nazi, ha ido viento en popa,
presentándose a sí mismo como la única fuerza dispuesta a hacerse cargo
del “podrido establishment”. Entre rumores de estar apoyada por
armadores millonarios, ha conseguido abrir oficinas del partido por toda
Grecia.
También se está dedicando a expandirse internacionalmente. Existen
noticias de que ha abierto una oficina en Alemania y de que tiene
previsto abrir oficinas igualmente en Australia. El portavoz del
partido, Ilias Kasidiaris, dijo que estaba decidido a establecer células
“dondequiera que haya griegos”.
“La gente ha comprendido que Chrysi Avgi (Amanecer Dorado) les dice la
verdad”, declaró a un periódico en lengua griega de Melbourne. “En
nuestras previsiones y como objetivos inmediatos está la apertura de una
oficina y la creación de una organización en Melbourne. De hecho,
tenemos planeada para muy pronto la visita a Australia de miembros del
parlamento”.
Pero la campaña se ha encontrado con el malestar y el rechazo de muchos
miembros prominentes de la diáspora griega, representantes de
comunidades establecidas en ambos hemisferios.
“No vemos ningún oro en Amanecer Dorado”, dice el padre Alex Karloutsos,
uno de los líderes de la comunidad griega de Norteamérica, en
Southampton, Nueva York. “El Nacionalismo, el fascismo, la xenofobia, no
forman parte de nuestra herencia espiritual ni cultural”.
Como parte de su expansión electoral, Amanecer Dorado se ha fijado
también en Estados Unidos, un imán para los emigrantes durante
generaciones, y en Canadá, que atrajo a decenas de miles de griegos tras
la devastadora guerra civil de 1946-49.
“Es una campaña bien estudiada”, dice Anastasios Tamis, preeminente
historiador étnico griego en Australia. “Aquí hay una gran cantidad de
gente muy conservadora (antiguos lealistas de la
Junta, ese tipo de cosas) que están muy disgustados por lo que ha venido
pasando en Grecia y están tratando de encontrar una forma de expresarlo.
Son nacionalistas que se sienten traicionados por Grecia por cuestiones
como la de Macedonia, Chipre y (la minoría griega) en Egeo Espiro (sur
de Albania), que no pueden ver la parte fascista de este partido.
Amanecer Dorado está tratando de explotarlos.”
La generación más joven – niños o emigrantes campesinos no cualificados
– también han sido su objetivo, nos dice. “Es la generación que nació
aquí y creció aquí y apenas si sabe nada de Grecia, de su historia ni de
su pasado social y económico. Estos son presa fácil de Amanecer Dorado
que capitaliza su ignorancia.”
Thamis, que admite que algunos de sus estudiantes apoyan a la
organización, no cree que el grupo ejerza atracción, aunque el partido
de extrema derecha australiano no ha tardado en aceptarlos.
Pero la perspectiva de Amanecer Dorado aterrizando en el país ha
producido claros temblores entre la comunidad griega.
“Esta es una sociedad multicultural. Aquí no se les quiere ni son
bienvenidos”, dice un miembro destacado, que no desea identificarse
cuando la conversación continúa en grupo.
Los izquierdistas australianos han comenzado a recoger firmas de
protesta para presionar al ministro de inmigración de Australia, Brendan
O´Connor, con el fin de que prohíba la entrada de los parlamentarios de
Amanecer Dorado en el país. En una declaración instando al gobierno a no
dar visados a los diputados, dicen que hay que parar a los extremistas
“para que no propaguen su influencia dentro de la comunidad griega,
amenazando a la sociedad multicultural por la que han luchado los
greco-australianos y otros inmigrantes.”
Los “neonazis han tenido un recibimiento similar en Canadá, donde el
partido abrió una representación el pasado octubre. A pesar de conseguir
que el padre del campeón del sprint Nicolas Macrononaris lo encabezara,
el grupo fue denunciado rápidamente por los greco-canadienses como “un
punto negro”.
La cultura de la intolerancia que ha permitido el florecimiento de la
violencia por motivos raciales en Grecia - donde miembros de Amanecer
Dorado vestidos de negro han sido señalados como culpables del gran
incremento de los ataques a inmigrantes – nos dicen, no tiene cabida en
un país que se siente orgulloso de sus valores liberales.
“Su filosofía e ideología no atrae a los griegos que viven aquí”,
insiste el padre Lambros Kamperidis, un cura ortodoxo de Montreal.
“Bueno, todos nos asustamos cuando vimos que estaban dando una
conferencia de prensa. Pero fue un acontecimiento lamentable y tan
pronto como escuchamos sus deplorables opiniones, fueron rechazados por
los líderes de la comunidad y de la iglesia.” “En Canadá todos somos
inmigrantes”, añadió Amperidis, refiriéndose a la táctica de Amanecer
Dorado de intentar aprovechar el resentimiento antiinmigrante. “Las
condiciones que existen en Grecia no existen aquí, por lo tanto no
existe justificación para que florezca el partido. Lo realmente malo, es
que en un medio social abierto como este, puede dar la impresión, a la
gente que no conozca la situación, de que está apoyado por muchos
griegos, pero ese no es el caso. Ha hecho más daño a Grecia, a la causa
griega y a la reputación de Grecia que cualquier otra cosa.”
A pesar de la resistencia, los ultraderechistas han realizado esfuerzos
concertados para moverse por cualquier sitio, con los seguidores de
Amanecer Dorado diciendo que Toronto será su próxima escala. Pero el
mayor impulso hasta ahora, y con mucho, lo han recibido en Estados
Unidos. Como hogar de cerca de 3 millones de ciudadanos de origen
griego, Estados Unidos cuenta con la mayor comunidad de la diáspora. Al
comienzo, los cuadros trabajaron de forma encubierta, organizando la
venta de ropa en rebajas y otros eventos caritativos sin dar a conocer
su afiliación. A continuación comenzaron a aparecer las pegatinas y los
carteles por todo el suburbio neoyorquino de Astoria antes de que la
organización abriera aquí su representación.
Pero mientras que los greco-americanos son de los que tienen lazos más
estrechos con la madre patria de todas las comunidades, importantes
personalidades han denunciado vehementemente a la organización por ser
no solamente incongruente con la lucha de Grecia contra el fascismo
durante una de las más brutales ocupaciones nazis de Europa, sino
totalmente ajena además a su propia experiencia como inmigrantes.
“En nuestra comunidad nunca aceptaremos a estas gentes y sus principios.
Sus creencias son ajenas a nuestras creencias y modo de vida”, dice Nikos Mouyiaris, cofundador del Consejo del Liderazgo Eleno-Americano
(HALC), con base en Chicago, cuya misión es la promoción de los derechos
humanos y valores democráticos.
Las víctimas de las persecuciones violentas a manos del Ku Klux Klan así
como la discriminación en sentido amplio (en los restaurantes de Florida
en la década de 1920 había carteles que rezaban “Prohibida la entrada de
perros y griegos”). Los greco-americanos recuerdan con orgullo cómo,
estando casi solos entre las minorías étnicas, participaban activamente
en el movimiento por los derechos civiles, con su líder espiritual el
Arzobispo Iakovos atreviéndose a marchar junto a Martin Luther King.
“Nuestra historia como diáspora en Estados Unidos ha estado marcada por
nuestra lucha contra el racismo”, dice Mouyiaris.
En la diáspora muchos creen, como Endy Zemenides , que dirige el HALC,
que Amanecer Dorado se ha engañado a sí mismo al creer que representa
una fuerza permanente por su gran popularidad adquirida en la estela de
la crisis económica. “La realidad es que se trata de un producto fugaz
surgido del fracaso de la as medidas de austeridad económica y del
descontento social que ha causado esta austeridad”, dijo.
En Grecia, donde Amanecer Dorado ha empezado a reclutar adeptos en las
escuelas, existe el temor a la complacencia. Trazando paralelos con el
período de la república de Weimar y el ascenso del partido
Nacionalsocialista de los Trabajadores Alemanes hitleriano, el
historiador Mark Mazower hace poco advertía contra la tolerancia a la
amenaza que representa un partido cuyo uso de la violencia resulta tan
preocupante. “Desgraciadamente, el estado griego parece no darse cuenta
de la urgencia de la situación”, dijo ante un auditorio en Atenas.
Después de llevar casi 30 años siguiendo a Amanecer Dorado, Pasarras
está de acuerdo. Solo hace unas semanas, declara, Michaloliakos manutuvo
conversaciones en el parlamento griego con dos neonazis alemanes que se
hacían pasar por periodistas. Amanecer dorado rechazó la acusación
calificándola de insidiosa
“Es un fenómeno extremadamente peligroso y ¿si creo que va a ir a peor?
Sí”. Dice Pasarras, lamentando que, con el nivel de vida cayendo en
picado, la organización estaba abriendo oficinas en barrios de clase
media tradicional. Solo queda un simple hecho, demasiado grave para
pasarlo por alto: en 2008 el partido era un paria político, que obtenía
un 0,29% del voto; hoy día tiene ambiciones globales.
“Si hubieses dicho hace diez años que Amanecer Dorado se convertiría en
la tercera fuerza política de Grecia, te hubieran tomado por loco”, dice Psarras. “Y ahora mira donde está”.
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Fuente:
http://www.guardian.co.uk/world/2013/apr/01/greece-golden-dawn-global-ambitions