
Viome: Una experiencia obrera con proyección mundial
Por Christos Avramidis y Antonis Galanopoulos
Traducción de Enrique Prudencio
para
Zonaizquierda.org
“Ningún trabajador que no sea accionista, ningún accionista que no sea
trabajador”, es la consigna de los trabajadores de VIOME (Industrial
Mineral), una fábrica situada en el norte de Grecia. Su plan para
hacerse cargo de la fábrica y gestionarla ellos mismos ha generado olas
de ánimo y apoyo en todo el mundo. En este reportaje de Christos
Avramidis y Antonis Galanopoulos para la revista UNFOLLOW, se recoge,
sobre el transfondo de la situación económica en Grecia, el desarrolla y
puesta en funcionamiento de un proyecto autogestionario ideado y puesto
en practica por los propios trabajadores de la empresa ante el anuncio
se cierre de por parte de los propietarios misma, así como una
predicción de cual puede ser la reacción del gobierno a partir de ahora
y si resulta posible la autogestión de una empresa por parte de los
trabajadores en un contexto de rampante capitalismo neoliberal.
“¿No podemos? ¡Sí podemos! “Así es como los trabajadores de VIOME
(abreviatura de Viomichaniki Metalleutiki, Industrial Mineral)
reaccionaron ante la decisión de la dirección de cerrar una fábrica más
en la prefectura de Tesalónica.
VIOME, una fábrica de productos químicos para uso en el sector de la
construcción, se estableció en 1982. Es una empresa filial de Philkeram-Johnson,
S. A., propiedad de la familia Philippou. Aunque hasta 2006 VIOME estaba
situada entre las 20 empresas más prósperas del norte de Grecia, 2008
marca la aparición de los primeros problemas, a causa de la crisis del
sector de la construcción, así como de la mala gestión y las decisiones
erróneas tomadas por la dirección.
En 2011, la familia Philippou presentó una petición de aplazamiento de
pagos a la empresa matriz Philkeram. Las consecuencias no se hicieron
esperar en VIOME. En Julio de 2011, la dirección incumplió el calendario
acordado para el pago de las cantidades aplazadas. Este fue el primer
indicio de que los dueños iban a cerrar la fábrica.
Los trabajadores reaccionaron con huelgas repetidas de 48 horas, y el 12
de septiembre comenzó a dejar de funcionar la fábrica. La idea de la
autogestión ya se venía debatiendo en las asambleas generales de
trabajadores. Cuando se sometió a votación la propuesta de la
autogestión obtuvo el 97% de votos afirmativos.
Tan pronto como se produjo la quiebra de Philkerman, la totalidad de sus
activos, incluyendo las acciones y los bienes inmuebles de VIOME,
pasaron al fideicomisario para su liquidación. En la reunión tripartita
que se celebró en el Ministerio de Trabajo en noviembre de 2011, en
presencia del viceministro Yiannis Koustsoukos, la vicepresidenta del
grupo, la señora Philippou, dejó claro que no tenía intención de volver
a poner la fábrica en funcionamiento.
“A partir de ese momento”, dice el presidente del sindicato de VIOME
Makis Anagnostou, “sacamos nuestra bandera con la consigna de “70
trabajadores más en paro, no. Autogestión”, y continuamos con
manifestaciones y protestas”
En Abril de 2012, tras un período de relativa inactividad, el sindicato
pidió la ayuda de otras asociaciones y sindicatos de Salónica. El apoyo
que recibieron levantó la moral y dio nuevas perspectivas a su lucha,
que culminó con la creación de una “Iniciativa solidaria” en apoyo de
los trabajadores de la autogestionada VIOME, en julio de 2012. En
octubre de 2012, se organizó una “Caravana solidaria”, que después de
detenerse en las ciudades de Larissa y Volos, llegó a Atenas, donde los
trabajadores de VIOME presentaron sus demandas y su propuesta de poner
de nuevo en marcha la fábrica a la consultora del Ministro de Trabajo,
que calificó su demanda de “positiva”, pero dijo que este asunto no era
de su competencia y se comprometió a remitir las demandas y propuestas
al Ministro.
Contenido de la propuesta de los trabajadores:
. Adquisición de las acciones de VIOME, excluyendo la deuda contraída
por la empresa bajo la anterior dirección.
. Creación de un marco legal que garantizace la propiedad a los
trabajadores-accionistas, excluidos los bienes personales y sin otro
compromiso.
. Financiación a través de las subvenciones del Instituto Nacional de
Empleo para nuevas empresas (con parte de los fondos procedentes de los
programas marco de referencia europeos estratégicos ESPA-nacionales),
más el pago de la prestación por desempleo en una sola entrega (una
práctica que se ha repetido en el caso Petzetakis).
. Devolver a VIOME la suma de 1.9 millones de euros que se habían
prestado a la matriz Philkeram.
Por último, el 21 d enero de 2013, se celebró una reunión entre los
trabajadores, el Ministro de Trabajo Sr. Panagiotopoulos y el
administrador de Philkeram. Los trabajadores presentaron una vez más su
propuesta. El ministro respondió vagamente que más adelante estarían
maduras las condiciones para pasar fábricas cerradas a manos de los
trabajadores, pero no se comprometió a nada concreto. Por su parte los
trabajadores no estaban satisfechos con la respuesta del Ministro, y
declararon que iban a comenzar inmediatamente a poner la fábrica en
funcionamiento mientas esperaban que el gobierno les presentara la
factura correspondiente. Vale la pena señalar aquí que, según el
presidente del sindicato de la empresa, el fideicomisario no planteó
ninguna objeción a las propuestas de los trabajadores.
Los trabajadores de VIOME llevaron a la práctica su plan. El 12 de
febrero de 2013, abrieron las puertas de la fábrica
Una nueva forma de funcionamiento
Tras la apertura de la fábrica, los primeros días se emplearon en la
inspección de los productos almacenados, el reciclaje de materiales, el
cuidado de los jardines después de meses de abandono y demás tareas de
mantenimiento.
Los trabajadores llegan a la conclusión de que pueden arreglárselas de
momento con el producto almacenado, que piensan vender a 2/3 de su
precio de mercado, con unos ingresos estimados de alrededor de 200.000
E. Tienen información de que los sindicatos de otros países ya han
decidido darles apoyo financiero. Con ello lse constituiría el capital
inicial de los trabajadores.
En cualquier caso, los trabajadores no permanecen inactivos mientras
esperan respuesta de parte del Ministerio. Ya han estado buscando
fuentes alternativas de financiación. Una de estas es la ONG Mundo del
Trabajo, conocida por financiar similares proyectos en Argentina.
No obstante, ¿es posible sobrevivir en estas condiciones? El presidente
del sindicato de VIOME Makis Anagnostou cree que sí y señala que los
trabajadores de VIOME podrían incluso tener una serie de potenciales
ventajas.
La reducción del precio de los productos que fabriquen tendrá una
importancia fundamental en la viabilidad del proyecto. Como ejemplo, el
Sr Anagnostou menciona el precio del pegamento se reducirá un 25%, única
y exclusivamente con la sustitución de un material específico que se han
visto obligados a utilizar en su producción hasta el momento, debido a
que era producido por otra empresa subsidiaria de Philkeram. Y aunque
ellos desean mantener la clientela anterior, desean al mismo tiempo
aumentar el volumen de ventas del producto hasta el último cliente que
puedan encontrar.
Se considera muy importante la apertura de nuevos mercados en los
Balcanes y en el gran mercado de Rusia, con los que ya han tenido
contactos. “Hemos encontrado otras formas más económicas”, dice el Sr.
Anagnostou. “Los que servían al capitalismo deberían haberlas conocido
también”.
Las disposiciones relativas a la distribución de los ingresos ya se han
incluido en le plan financiero del sindicato. Según el Sr. Anagnostou,
el 2 ó el 3% de los ingresos se destinará a un fondo de solidaridad, el
8% al fondo de reserva y el 30% se reinvertirá.
Por último, los trabajadores están convencidos de que el hecho de que
ahora van a trabajar en beneficio de un proyectoo colectivo, y no para
el beneficio del capitalista, hará que mejoren muchos aspectos de la
gestión.
El contrato privado de los trabajadores de VIOME establece, entre otras
cosas, que se comprometen a “llevar todo el funcionamiento de la planta
en términos de autogestión completa y mediante el control de los
trabajadores, con una cuestión básica que es la igualdad en la
participación y toma de decisiones, mediante democracia directa. Y
además estarán prohibidas las discriminaciones y exclusiones”.
“Ningún trabajador que no sea accionista, ningún accionista que no sea
trabajador”, dice el Sr. Anagnostou.
La experiencia argentina
La experiencia argentina en la autogestión de los trabajadores no solo
parece apoyar el experimento VIOME, sino que también proporciona materia
de reflexión. En 2001 la tasa de desempleo en Argentina era del 25%, con
otro 20% de subempleados y un 60% de la población viviendo en
condiciones de pobreza. Los trabajadores comenzaron a ocupar las
fábricas en un esfuerzo para luchar por su supervivencia. Hoy en día,
existen alrededor de 300 centros de trabajo con más de 13.000 empleados,
gestionados democráticamente por los propios trabajadores. El principio
de “un trabajador un voto” se aplicó en todas las fábricas. Un ejemplo
emblemático del movimiento es la planta Zanon.
Resulta sin embargo notable que algunas fábricas hayan recibido un
permiso de operación final, aunque esto ha sido superado por muchos
otros, con el titular “re-ocupación” de la fábrica, con la bendición de
los tribunales.
Por otra parte, los trabajadores se vieron obligados en muchos casos a
asumir las deudas o a pagar por la maquinaria, lo que obligó a trabajar
más durante un tiempo y sin cobrar. También hay ejemplos en las
fábricas, en su esfuerzo por sobrevivir en el mercado capitalista, que
han tenido que contratar trabajadores asalariados o dar participación a
los arrendatarios, pareciéndose cada vez más a las empresas
“convencionales” del libre mercado.
SOLIDARIDAD, apoyo político y ayuda financiera
Uno de los aspectos más esperanzadores de la lucha de VIOME es el
movimiento de solidaridad que se ha desarrollado a su alrededor. La
iniciativa solidaria abierta en Salónica ha jugado un papel decisivo en
el apoyo a la causa de los trabajadores, con la recolección de alimentos
y la organización de actividades como conciertos para recaudar dinero
con el organizar grandes manifestaciones de masas.
El movimiento se ha extendido a nivel internacional, con comités de
solidaridad que ya se han organizado en EE. DUU., Argentina, Australia,
Viena, Copenhague, Polonia y a través de los medios de comunicación
internacionales hasta llegar a Japón, emitiendo extensos informes.
Escritores y activistas muy conocidos como David Harvey, Naomi Klein,
Avi Lewis, John Holloway, Silvia Federici, o David Graeber. Los
trabajadores de VIOME han recibido hasta un homenaje de apoyo de los
zapatistas.
“La fábrica de la empresa VIOME es de los trabajadores”, dijo John
Holloway a la revista UNFOLLOW, “y esto es una cosa excepcional”. La
Crisis de Grecia grita a todo el mundo que el capitalismo ha fracasado.
Ha llegado el turno de hacernos cargo nosotros mismos. No hay otro
camino.
La ayuda no se limita al plano moral y al político, sino que también se
realiza un esfuerzo para ayudar financieramente a los trabajadores. Otra
declaración de apoyo viene de Brendan Martin, fundador de Mundo Obrero,
quien confirmó a la revista UNFLLOW que estaba en contacto con VIOME,
añadiendo que la empresa puede ser viable y que constituye una lucha de
excepcional importancia.
“Es algo cuyo funcionamiento hemos visto miles de veces”, dijo Martin.
Estamos examinando las perspectivas de la empresa y estamos ayudando en
la elaboración de un plan, para recuperarla del tiempo que estuvo
parada.
Mundo Obrero, una organización no gubernamental que se estableció en los
EE.UU. y tiene su sede en Argentina, funciona como fondo de solidaridad
y finanza a través de pequeños grupos préstamos a los trabadores que
trabajan en cooperativas o pequeñas empresas propias. Sus ingresos
provienen de un programa gubernamental de Argentina, cuyo objetivo es el
apoyo a la financiación de las clases más bajas, a partir de donaciones,
así como de la propia red de empresas cooperativas que contribuyen al
fondo.
Como empresa sin ánimo de lucro, Mundo Obrero no produce beneficios a
sus gestores. El fondo sólo pretende ser viable por sí mismo. Como dice
Brendan Martin “el papel del capital está subordinado y es instrumental.
Los beneficios de las cooperativas son lo más importante. La
amortización del préstamo se hace sólo con los beneficios de las
cooperativas. Contrariamente a lo que parece un riesgo evidente, el 98%
de los préstamos en Argentina se devolvieron y produjeron beneficios a
los trabajadores. Los trabajadores son una buena apuesta, y que parece
que está dando sus frutos.
¿Está flirteando el gobierno con la autogestión?
El gobierno de coalición de Grecia encabezado por el primer ministro
Antonis Sampras no puede permitirse que le estalle otra “bomba” en la
economía, por lo que parece estar acercándose al tema VIOME con cierta
cautela. El gobierno ha contado con la ventaja de controlarr desde el
comienzo el desarrollo de la situación, ya que no solo controla el
capital necesario para comenzar la producción, sino que también se
reserva la decisión de aprobar o no el marco político indispensable para
el funcionamiento de esta empresa. ¿Pero se trata de un plan del
gobierno para llegar a una “voladura controlada” o para un desarme?
“Queremos producir”, dice el Sr. Anagnostou. “Queremos pagar impuestos.
Los capitalistas han abandonado la producción, solo les interesa el
lucro”. Es precisamente este razonamiento el que despoja al gobierno de
los argumentos que suele utilizar contra este tipo de propuestas. Los
que constituyen el “problema real de VIOME”, los trabajadores
desempleados sin subsidio, son los que realmente proponen una salida a
esta situación”.
Aunque hasta ahora el gobierno ha sido un muro de graito, manteniendo
todo el tiempo la opción de reprimir por la violencia la lucha abierta
por “VIOME”, existen indicios de que la idea de una “explosión
controlada”, es decir, la decisión de permitir a los trabajadores abrir
la fábrica con objeto de manipularlos, parece estar ganando terreno. En
la Grecia de la época del memorándum, con una tasa de desempleo rozando
el 27% y con cuatro millones de griegos por debajo del límite de la
pobreza, el gobierno está buscando desesperadamente la manera de cambiar
el rumbo de la opinión pública. Una VIOME autogestionada, pero bajo
control, parece ser una oportunidad excepcional, es decir una VIOME que
funcionaría sin los elementos progresistas de la lucha de los
trabajadores, sin implicaciones políticas, con sólo una ilusión de
autogestión. La vuelta a la producción absorbería las inversiones de las
asignaciones europeas, por lo que reforzaría el “crecimiento”,
centrándose en la “economía real” con un espíritu empresarial
“saludable”. De este modo se crearían puestos de trabajo, en lugar de
tener otros 70 trabajadores desempleados. “VIOME podría incluso llegar a
ser un ejemplo de “sindicalismo modernizado”.
¿Es este el camino que nos lleva a la “asimilación”? La contratación de
empleados no accionistas y la abolición del Fondo de Solidaridad, son
algunos de los probables cambios que el gobierno podría exigir a los
tabakadpres. En el caso de que se realizaran dichos cambios, VIOME
dejaría de representar un ejemplo vivo y real de emancipación de la
clase obrera. Además podría allanar el camino a nuevos compromisos,
manteniendo realmente a los trabajadores y el subempleo en la
producción, alejándolos de esto modo de las luchas en la calle.
¿AUTOGESTIÓN dentro del capitalismo?
La lucha de los trabadores de VIOME ha sido criticada tanto desde la
derecha como desde la izquierda. La cuestión más importante es cómo
podemos concebir una autogestión de los trabajadores que necesita la
ayuda del Gobierno y de la UE. Si eventualmente se les proporciona esta
ayuda, es probable que para mantener la empresa en funcionamiento, los
trabajadores se tendrán que enfrentar a una serie de problemas. Es
posible que puedan solventar algunos de ellos con maniobras legales,
pero puede que otros no.
La situación es tan dinámica que no podemos predecir el resultado, ya
que los trabajadores no parecen estar dispuestos a renunciar a su idea
del modo de producción autogestionada. Y tampoco será fácil cumplir los
requisitos del plan de la Unión Europea para una “economía social” en
condiciones de explotación. Los trabajadores que se han puesto en
contacto con VIOME con el fin de seguir su ejemplo también estarían de
acuerdo en esto. La cuestión sobre el tipo de problemas que pueda
plantear el Gobierno cuál será la magnitud de la presión vaya a ejercer,
dependerá en última instancia de la propagación del ejemplo de VIOME,
así como de la constante solidaridad de los trabajadores.
El peligro de que los trabajadores se conviertan, dentro de los límites
del sistema, en los nuevos dueños de la propiedad “colectiva”, bajo las
a las condiciones del mercado, siempre estará al acecho. La mayoría de
las empresas similares anteriores no lograron precisamente todos los
objetivos que se habían marcado. Sin embargo, esto no indica que no haya
posibilidades, sino solo la debilidad de aquellos intentos para superar
unas condiciones económicas y sociales determinadas. Pero, ¿existen hoy
estas limitaciones insalvables? Puede que no.
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Fuente:
http://www.zcommunications.org/viome-a-workers-experiment-with-global-appeal-by-christos-avramidis
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