El hermano de Alberto Garzón, también economista, Eduardo, ha explicado
para los medios por qué el ministro Montoro no podía permitir que Carlos
Sánchez Mato siguiera al frente de la economía del Ayuntamiento de
Madrid.
Esencialmente ha venido a decir que el ministro tenía que actuar con
celeridad y demostrar su poder (el poder se demuestra ejerciéndolo) y el
de su partido, haciendo una interpretación exagerada de su propia Regla
de Gasto, de modo que atacando al concejal de Hacienda más exitoso del
Estado amedrentaba a otros que pudieran verse animados a seguir la senda
de inflexibilidad de Sánchez Mato para con los contratos de dudosa
legalidad en otros ayuntamientos y con su capacidad de ahorro e
inversión en temas sociales.
Para hacer fracasar el proyecto de Ahora Madrid Montoro cambió las
reglas de su propia Regla de Gasto, exigiendo recortes exagerados a
Sánchez Mato, mucho más rigurosos que los que exige a otros
ayuntamientos, obligando a recortes de inversión social por valor de 533
millones de euros, porcentaje que no se atiene para nada a su propia
regla de proporcionalidad. Carlos Sánchez Mato se negó a realizar ese
plan, y propuso que se esperase a que acabase 2017, por si él podía
encontrar otro modo de librarse de la amenaza de tutela del ministerio
sobre el dinero en las arcas del ayuntamiento, aumentando el ahorro. Y
ganar tiempo era además la mejor estrategia porque podía ser que los
tribunales les dieran la razón en sus recursos de cambio de la Regla de
Gasto, o que se aprobase la proposición al respecto que Unidos Podemos
había presentado, y en cuyo diseño él mismo había participado. Pero la
alcaldesa decidió que se elaborase el nuevo plan tal y como solicitaba
Montoro y se presentara en el próximo Pleno. Ese nuevo plan recoge un
recorte desorbitado de un 71% en inversiones. No tiene justificación
alguna, y deja a Ahora Madrid incapacitado para cumplir sus compromisos
con los electores. Por eso 6 concejales de Ahora Madrid no lo han
votado, aunque Montoro dice que se da por satisfecho.
Carmena asegura que con el nuevo plan ha conseguido que se desbloqueen
120 millones con los que se podrán continuar las inversiones que habían
quedado suspendidas. Pero lo cierto es que se recuperan 120 millones
(caso de que así sea, porque quedan 8 días hábiles para la tramitación
de ese desbloqueo) y se pierden 533 y, sobre todo, se pierde al mejor
concejal de economía del Estado. Por eso Montoro está satisfecho, y
también todos los grupos empresariales acostumbrados a manejar a su
antojo la hacienda pública, ellos habían pedido la cabeza de Sánchez
Mato, y ése era el principal objetivo.
Por cierto, y esto no lo dice Eduardo Garzón, lo digo yo, el sustituto
de Carlos Sánchez Mato es Jorge García Castaño, que se encuentra en sus
antípodas políticas en todos los sentidos, seguramente es el mejor de
los posibles para los intereses empresariales, ya que no los
obstaculizará en absoluto. Al tiempo, al poco tiempo, lo comprobaremos.
¡¡Qué error, qué inmenso error!!
19 de diciembre de
2017
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