La recuperación pública de la empresa de aguas de
Barranquilla tras el saqueo por el Canal
Por Liliana Pineda / Red de Agua Pública
En el año 1994, el Grupo Aguas de Barcelona (Agbar) inició su presencia
en Colombia y en octubre de 1996, se hizo con el control de la sociedad
Interamericana de Aguas y Servicios S.A. (Inassa). Inassa es una
sociedad local creada en 1992 que a su vez participa en el accionariado
de la Sociedad de Acueducto, Alcantarillado y Aseo de Barranquilla S.A.
(TripleA), empresa de economía mixta y con participación del 85% del
Distrito de Barranquilla (acciones clase A) y 15% del sector privado
(acciones clase B), que gozarían de voto calificado por un término de 20
años. Su cifra de negocio se valoró en 83 millones de dólares de hoy.
Tras el cambio de gerente de la TripleA, fueron creadas las denominadas
acciones clase C y el 43,31% de las acciones de la empresa pasaron a
manos de Inassa, como socio calificado operador, reconociéndole además
el 4,5% de los ingresos brutos/año de la empresa. Con ello, la
participación accionarial del Distrito se redujo al 41,69%, quedando en
minoría. También se prorrogó de manera anticipada la concesión hasta el
19 de octubre de 2033, lo que fue aprovechado por los socios colombianos
para comprar el componente accionarial de Inassa a Aguas de Barcelona.
En el año 1999, cuando Inassa ya se había hecho con el 51% de la empresa
TripleA de Barranquilla, de la que ya era partícipe, se inicia un
proceso de descapitalización y, en paralelo, un amplio despliegue
publicitario con maquillaje de contabilidad y venta. Altos cargos del
Canal de Isabel II (CYII) inician sus visitas a Colombia para la
"evaluación" de Inassa, lo que da origen a la creación de la sociedad
instrumental Canal Extensia, en noviembre del año 2001. Desembarca
entonces el CYII en Barranquilla mediante la adquisición del 75% de la
empresa Inassa (cuando esta ya poseía el 64% de la TripleA), con la
anuencia de los directivos del CYII, siendo consejero de Hacienda de la
Comunidad de Madrid Juan Bravo Rivera, persona de máxima confianza de
Alberto Ruiz-Gallardón. El desembarco en Colombia se realizó de la mano
de gestores políticos de Canal Extensia y de empresarios privados de
turbios manejos, quienes, de entrada, ocultaron a los inversores
madrileños que TripleA de Barranquilla había iniciado una emisión de
bonos por valor de 46 millones de dólares, una emisión por la que, nada
más llegar, el International Financer Corporate (IFC), del Banco
Mundial, exigió a Canal Extensia su aval directo. De esta manera el
Distrito pasó de accionista mayoritario (85%) a minoritario con el
14,5%.
En 2004, CYII contrató las labores de "asesoría jurídica y control de
las inversiones de Canal en Latinoamérica" al bufete de abogados de
Edmundo Rodríguez Sobrino y en 2006 nombró a este último presidente
ejecutivo de Inassa, de la que para entonces ya colgaban otra veintena
de firmas. Ese mismo año TripleA de Barranquilla fue denunciada por la
Fundación para el Desarrollo Integral de Taganga (un corregimiento del
Magdalena, Colombia) por "defraudación del patrimonio público", al
considerar que habían sido violados los derechos colectivos de la
población, debido a la apropiación indebida y a la destrucción de sus
conducciones. Por todo esto, el 10 de agosto de 2006, se constituyó el
Comité pro Defensa del Patrimonio Público del Atlántico para rescatar a
la empresa municipal del agua de las garras del Grupo Canal. Lo
integraron partidos políticos en coaliciones democráticas, federaciones
de pensionistas, asociaciones de usuarios y en defensa de los servicios
públicos, estudiantes y ciudadanía en general. Y en septiembre de 2008,
un ciudadano colombiano cursó una petición ante la Corte Constitucional,
con fundamento en el artículo 23 de la Constitución colombiana, para
preguntar por qué Inassa, empresa del Grupo Canal, se beneficiaba
fraudulentamente de aportes del Fondo de Solidaridad y Redistribución de
Ingresos Distrital. En octubre de 2009 ya era evidente que el aumento de
la cobertura de los servicios de agua, alcantarillado y aseo (limpieza
viaria) en algunas ciudades como Barranquilla, se había hecho a costa de
la despatrimonialización de lo público, con empréstitos internacionales
que resultaban extraordinariamente gravosos para el municipio. El Comité
de Promotores del Referendo por el Derecho Humano al Agua de
Barranquilla hizo pública la siguiente denuncia: “TripleA es el peor
negocio [...] no recibimos un peso de regalías, no nos pagan por el
usufructo de las redes de agua y alcantarillado que son de todos los
barranquilleros”.
Hoy en día TripleA es la joya de la corona de Barranquilla y del
Departamento del Atlántico colombiano, al igual que el CYII lo es para
los madrileños
Pero el saqueo de la empresa barranquillera continuaría produciéndose
durante casi una década mediante el falseamiento de servicios y
contratos de consultoría y, principalmente, a través de un contrato
ficticio de asesoría técnica, según el cual TripleA entregaba el 4,5% de
la recaudación mensual a Inassa. Y así se hizo, hasta octubre de 2018,
por un monto calculado en más de 80 millones de dólares, provenientes de
las altas tarifas pagadas por los usuarios. El desfalco lo destapó
Edmundo Rodríguez Sobrino, expresidente de Inassa y exmiembro de la
junta directiva de la TripleA, detenido junto con Ignacio González e
Ildefonso de Miguel en el marco de la Operación Lezo por presuntos
delitos de blanqueo, prevaricación, fraude, cohecho y pertenencia a
organización criminal, quien admitió ante la Fiscalía que la susodicha
asesoría nunca existió y que fue una treta para extraer mayores
ganancias para Inassa. Ante la descarada maniobra, la Fiscalía
colombiana embargó el 82% de las acciones que posee Inassa en la TripleA,
con fines de extinción de dominio.
El pasado 24 de noviembre de 2021, en la Asamblea General Extraordinaria
de accionistas se eliminó el artículo 73 del Estatuto Social de TripleA,
que establecía un límite en el porcentaje de acciones del Distrito de
Barranquilla, abriendo la puerta para que el Estado adquiera más del 89%
de las acciones de la empresa, así como la posibilidad de una cesión de
acciones mayoritarias al Distrito de Barranquilla. Aunque en varias
ocasiones la Sociedad de Activos Especiales (SAE) [i] ha manifestado que
en la venta hay una preferencia especial por la propuesta de
Barranquilla, hay gran preocupación de que la empresa termine en manos
equivocadas. Las acciones de la empresa TripleA son de tipo A, B y C.
Las acciones de tipo A representan un 14,50% sobre el total de las
acciones y están a cargo de la Alcaldía de Barranquilla. Las de tipo C
representan un 82,16% de las acciones y están en poder de Inassa. Por su
parte, las acciones de tipo B, representan un 3,34% sobre el total de
las acciones y pertenecen a 5.490 personas naturales y jurídicas. Los
representantes de este último grupo se retiraron de la asamblea
extraordinaria, como acto de rechazo a la eliminación del artículo
previamente mencionado, argumentando que esto podría dar lugar a que,
posteriormente, se terminen cediendo acciones a entidades privadas
terceras.
A pesar de que el sindicato de trabajadores SintraTripleA manifestó su
apoyo ante el eventual paso de acciones mayoritarias de la SAE a la
Alcaldía de Barranquilla, sus miembros también manifestaron su
preocupación ante la posibilidad de que, en el proceso, se terminen
tercerizando servicios y cediendo acciones a entidades privadas. “Como
sindicato, aprobamos la posibilidad de que el paquete accionario pase a
la Alcaldía de Barranquilla. No obstante, nos preocupa que algunas
acciones terminen en manos de élites políticas locales. Nosotros no
queremos que se repitan las historias de otras empresas municipales de
servicios públicos, donde se comercializa un recurso vital para el ser
humano”, expresó el presidente de SintraTripleA.
A todo esto, el Presidente de SAE aclaró a finales de noviembre de 2021
que, dentro de las negociaciones para la adquisición de las acciones de
Inassa, no se contemplaba que el pago se realice con cargo a beneficios
futuros de la sociedad TripleA; que no se había suscrito contrato de
compraventa sobre la participación accionarial de TripleA con la
Alcaldía de Barranquilla; que tampoco se había definido un cronograma de
actividades encaminado a estructurar o definir términos de adquisición;
que hasta el momento sólo se habían adelantado mesas de trabajo sobre
los términos propuestos; que, en atención a las diligencias de
alistamiento del activo, había contratado el apoyo de un “tercero
especializado” con el fin de adelantar la valoración de las acciones de
la TripleA, actividad que aún no cuenta con el informe final. Sin
embargo, pocos días después de dicha aclaración, el presidente de la
República, el alcalde de la ciudad, y el presidente de la SAE informaron
públicamente la decisión de la venta del 82,16% de las acciones
mayoritarias al distrito de Barranquilla que venía administrando SAE.
Hoy en día TripleA es la joya de la corona de Barranquilla y del
Departamento del Atlántico colombiano, al igual que el CYII lo es para
los madrileños, pues, pese a sufrir el saqueo continuado de sus
recursos, ha recuperado el servicio de aseo (limpieza viaria) que estaba
en manos privadas y sigue prestando sus servicios, aunque con
dificultades financieras. Pero la opacidad del proceso que se adelanta
para que el Distrito de Barranquilla asuma la mayoría accionarial de la
empresa ha sembrado un manto de dudas e interrogantes:
¿Cuál es el estado real del proceso de recuperación de TripleA? ¿Cuál es
el valor de las acciones? ¿Cuáles son los términos de la propuesta
presentada por Inassa? ¿Qué dice el Informe de evaluación sobre dicho
ofrecimiento? ¿Qué recomiendan los procuradores delegados para la
Conciliación Administrativa, el Ministerio Público en Asuntos Penales y
Primero de Contratación Estatal? ¿Cuál es la propuesta de la Alcaldía de
Barranquilla para obtener el control del 82,16% de participación en
TripleA? ¿De dónde va a salir el dinero para recuperar esas acciones?
¿Cómo se hará para no tocar el bolsillo de los barranquilleros? ¿Cuál es
el costo de la operación? ¿Cómo funcionará la empresa? ¿Cuál será su
modelo de gestión? ¿Quién será el operador? ¿Cómo se garantizará la
calidad del servicio? A todos estos interrogantes se suma la
preocupación por el evidente deterioro de los servicios de agua y aseo,
junto a la subida de tarifas en los últimos meses.
Por eso, el distrito de Barranquilla, 14 municipios de Atlántico y casi
tres millones de usuarios se han unido, primero, para exigir
transparencia en el proceso; segundo, para reclamar indemnizaciones por
los perjuicios y los saqueos sufridos en los últimos 25 años, en los
cuales fueron saqueados alrededor de 102 millones de dólares, y,
tercero, para que se analicen los estados financieros, donde aparecen
los llamados activos intangibles que ascienden a más de 132 millones de
dólares, el 61% de los activos totales, que supuestamente tendrán que
ser devueltos a la empresa del CYII cuando cese la concesión, una
posibilidad real ya que las acciones de la empresa están embargadas con
fines de extinción de dominio desde hace más de tres años por los
desfalcos millonarios en asesoría técnica.
Asimismo, se ha ejercido una Acción Popular que pide ordenar a Inassa la
devolución a TripleA de los dineros que esta empresa pagó con ocasión de
los contratos fraudulentos, dinero debidamente actualizado y con
intereses, para que TripleA reliquide las utilidades a favor del
distrito de Barranquilla. Y se mantiene la alerta sobre la propuesta de
la empresa del CYII presentada el 13 de mayo de 2019 ante la
Procuraduría colombiana, denominada “Ofrecimientos, términos y
condiciones de un proyecto de Pacto de Cumplimiento”.
El objetivo de estos procesos y acciones, que apoya la Red Agua Pública,
es que se repare a la ciudadanía barranquillera por los daños y
perjuicios causados en su empresa, de tal manera que el Distrito de
Barranquilla no sólo tenga acceso al 82 % de las acciones -que le
permite ahora la modificación estatutaria- sino a la totalidad
accionarial de la TripleA, optando por que sea una empresa de naturaleza
pública, con gestión transparente y participativa de sus trabajadores y
el personal técnico y administrativo, y cuyas utilidades sirvan a los
intereses de todas las personas usuarias de sus servicios públicos,
impidiendo que se vuelva a iniciar un proceso privatizador y de saqueo
de los recursos y los servicios prestados por la empresa.
______________
Notas:
[i] SAE es una entidad de economía mixta vinculada al Ministerio de
Hacienda y Crédito Público colombiano, sometida al régimen del Derecho
privado, que tiene por objeto administrar bienes especiales que se
encuentran en proceso de extinción de dominio como es el caso de Inassa.
Fuente:
https://www.infolibre.es/opinion/plaza-publica/recuperacion-publica-empresa-aguas-barranquilla-saqueo-parte-canal-isabel-ii_129_1215446.html
2021/12/26